El Barcelona de Josep Guardiola coronó un año de ensueño al conseguir su sexto título de la temporada tras imponerse 2-1 a Estudiantes de La Plata en tiempo extra, con un gol con el pecho de Lionel Messi al m.109.
Mauro Boselli había adelantado a los argentinos al m.36, mientras que el canterano Pedro Rodríguez consiguió un agónico gol al m.88 para mandar el partido al alargue.
La copa del Mundial de Clubes se unió a las coronas de la Liga Española, la Copa del Rey, la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España, como los títulos que cosecharon los culés en el 2009. Simplemente, perfectos. Un récord que permanecerá vigente por muchos años.
Barcelona salió con su ataque de lujo: Henry, Ibrahimovic y Messi, sin embargo, la ausencia de Iniesta por lesión fue notoria, pues los delanteros no fueron abastecidos como de costumbre; por su parte, Estudiantes tuvo en Juan Sebastián Verón a su baluarte en medio campo y en Mauro Boselli a un delantero implacable que puso en jaque a la defensiva blaugrana.
Los primeros minutos fueron de dominio alterno, con llegadas poco claras de ambos equipos: al m.4, Verón envió pase filtrado a Enzo Pérez, quien no pudo controlar y se le escurrió el esférico cuando quedaba solo frente a Víctor Valdés, al m.7, Xavi buscó la reacción, pero su diagonal de la muerte no encontró rematador y se perdió en la intrascendencia.
Después, Ibrahimovic buscó anotar con un tiro-centro que pasó desviado; al m.26 Verón encontró un rechace tras un cobro de tiro de esquina y su disparo rozó el poste derecho de Valdés. El Barcelona tuvo una tibia reacción con disparos lejanos de Xavi, pues la defensa de Estudiantes estuvo aplicada en todo momento e impidió que los delanteros culés desarrollaran su juego.
Al m.36, Estudiantes asestó el primer golpe del partido con un centro largo, apenas pasada la mitad de la cancha, de Leandro Lasábato que fue bien rematado por Mauro Boselli, quien cabeceó con potencia ante la marca de Carles Puyol y Eric Abidal para vencer a Valdés, que nada pudo hacer para detener el esférico.
Para la segunda mitad, con la necesidad de remontar el partido al igual que ante Atlante, Guardiola le dio ingreso a Pedro por Keita, con lo que el Barcelona mostró mayor poder en el ataque, el cual se reflejó de inmediato, pues al m.47, Ibrahimovic le ganó la espalda a Lasábato y sacó un disparo cruzado que pasó apenas desviado de la meta de Gonzalo Albil.
Al m.51, Ibrahimovic tuvo una nueva oportunidad de marcar, en un desborde por la banda izquierda que lo puso mano a mano en contra de Albil, quien tapó el remate del sueco sin brindar rechace. Al m.59, Henry centró por la izquierda y Pedro se quedó a centímetros de empujar el esférico al fondo.
Conforme avanzaban los minutos, los culés sitiaron el arco de Estudiantes, pero los defensas se comportaron a la altura de la situación pese al constante asedio, y cuando fallaban, la figura de Albil se agigantaba, como en una jugada al m.69 en la que Pedro se enfiló al arco y sacó un disparo raso.
Al m.75, Armando Archundia no marcó un supuesto penalti sobre Ibrahimovic, sin embargo, en la continuación de la jugada, Piqué, que fue habilitado como un delantero más, sacó un remate casi sin ángulo que fue contenido, de nueva cuenta, por Albil.
La recompensa a la ambición culé llegó al m.88 en un centro que Piqué conectó dentro del área para que Pedro Rodríguez anotara su segundo gol de la competición con un cabezazo que venció, por fin, la estirada de Albil. De esta forma, el partido se fue al alargue.
Al m.93, Messi dio el primer aviso en tiempos extra al enviar la esférica apenas por encima del travesaño, en cobro de tiro libre. ‘La Pulga' se había salvado de ser expulsado, pues Armando Archundia le perdonó la segunda amarilla en el final del tiempo regular.
El tiempo extra, con varios jugadores de Estudiantes agotados, fue dominado por Barcelona, que pudo marcar con disparos lejanos de Messi (m.96) e Ibrahimovic (m.101) que pasaron apenas desviados.
Al m.109, Messi consiguió el gol del título, tras ganar la espalda de la defensa argentina y rematar con el pecho un centro lanzado por Dani Alves por la banda derecha. Un gol que significó un título más para el histórico Barcelona, que jugó como nadie el 2009 y demostró que, actualmente, no hay un mejor equipo en el mundo.
