La velocista iraquí Dana Abdul-Razzaq ha eludido balas para dedicarse a su amor por correr, en su determinación por llegar a ser la única mujer de su país en participar en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Pocos atletas se han topado con los obstáculos que la corredora, de 21 años, ha superado: desde la amenaza de un francotirador hasta la penuria de encontrar instalaciones de entrenamiento adecuadas y la opo- sición religiosa y cultural que padecen las atletas.
Con lo mínimo necesario para entrenar, Dana Abdul-Razzaq obtuvo uno de los cinco puestos "comodines" que Irak recibió del Comité Olímpico Internacional. La velocista competirá en las pruebas de 100 y 200 metros planos. "Me encanta correr y soy ambiciosa, a pesar de todos los problemas que enfrento", comentó en el desmoronado estadio Shaab de Bagdad
