La selección brasileña de futbol, conquistó su tercera Copa Confederaciones al derrotar en la final 3-2, a su similar de Estados Unidos, en partido disputado en el Estadio Ellis Park.
Una doble anotación del atacante Luis Fabiano, que marcó al 46 y al 73, además de un soberbio cabezazo del capitán Lucio al 83, dieron al Scratch du Oro, la Copa Confederaciones en su octava edición.
El partido resultó muy complicado en su primera mitad, para el conjunto sudamericano, sobre todo, luego de que el mediocampista Clint Dempsey (9) y el delantero Landon Donovan (26), habían puesto en ventaja a los estadounidenses 2-0.
Con el triunfo la Verdeamarela, se convirtió en el equipo que más Copas de la Confederaciones ostenta (tres), tras haber conquistado en la ediciones de 1997, 2005 y 2009.
El conjunto brasileño comenzó el partido con buen dominio de balón, intentó abrir al conjunto estadounidense que desde el inicio cedió el balón al rival, en busca de hacer lo que mejor saben, contragolpear.
Lo estipulado en el guión de los representantes de la Concacaf, de esperar y atacar les dio resultado, ya que antes de los primeros diez minutos se pusieron en ventaja, cuando Brasil, procuraba batir la meta del arquero Tim Howard.
El festejo de los pupilos de Bob Bradley, llegó gracias al remate preciso de pierna derecha del mediocampista Clint Dempsey, quien estiró su extremidad para perforar la meta defendida por Julio César, tras el pase del zaguero Jonathan Spector.
La respuesta arribó de forma inmediata, pero sin el mismo resultado, ya que el disparo de derecha del atacante Robinho dentro del área fue bien desviado por Tim Howard, quien se estiró al máximo para evitar el gol carioca.
La Verdeamarela, insitió sin mucha profundidad en el último cuarto de campo, con varios remates de media distancia por parte de Ricardo Kaká y el mismo Robinho, pero sus tiros eran tapados por la defensa rival y Howard empezaba a ser la figura.
El cuadro de las barras y las estrellas, llevó a la perfección su guión de nueva cuenta y en jugada de tres toques mandó el balón al fondo de las redes, en lo que fue un contraataque letal, que sorprendió a propios y extraños, que dejó el marcador 2-0.
El atacante Landon Donovan, recibió el esférico en los linderos del área, quebró al defensa Ramires y de zurda anidó el esférico de forma rasante, situación que dificultó el objetivo de Julio César, que era evitar el segundo.
Brasil, regresó del descanso e inmediatamente acortó distancias, gracias al gol del atacante Luis Fabiano, quien de media vuelta sacó un zurdazo que venció a Tim Howard, quien en esta ocasión poco pudo hacer para mantener el cero.
Ricardo Kaká, tuvo el empate pero, el poste y el arquero le negaron el festejo, tras un potente remate de cabeza a servicio del defensa André Santos, que apenas salió desviado del arco estadounidense.
La recompensa al dominio carioca en todos los sentidos se manifestó en el marcador, en una jugada que reunió a los tres referentes de la Canarinha, Robinho, Kaká y Luis Fabiano.
Kaka condujo el esférico, desbordó por la banda izquierda y saco una diagonal que fue rematada por Robinho, el disparo a bocajarro pegó en el travezaño y Luis Fabiano de cabeza contrarremató y emparejó los cartones.
Una vez más Brasil demostró su grandeza y dio la vuelta al marcador, en un partido que se le había complicado, pero fue al minuto 83, cuando un potente frentazo del defensa y capitán Lúcio, sobre un tiro de esquina que cobró el volante Elano Blumer.
El árbitro sueco Martin Hansson, tuvo una actuación destacada sin problemas para aplicar el reglamento y amonestó por los estadounidenses a Carlos Bocanegra, en tanto por los sudamericanos a Felipe Melo, André Santos y Lúcio.
El silbante europeo contó con la participación del mexicano Armandio Archundia, quien se presentó al cotejo final como el cuarto árbitro.
