La clasificación de Estados Unidos a las semifinales era lo que menos se esperaba dentro del Grupo B, pero se concretó con su victoria 3-0 ante Egipto y una mano de Brasil al vencer por idéntico marcador a Italia. Estados Unidos necesitaba ganar por tres goles y que Italia perdiese por el mismo margen, y así ocurrió.
Ahora se topará con España, el campeón europeo que lleva 35 partidos sin perder desde que cayó ante Rumania en un amistoso jugador en noviembre del 2006.
"Quisiera saber qué estarán diciendo ahora en Estados Unidos todos los que afirmaban que no servíamos para nada tras perder con Italia y Brasil", dijo Michael Bradley, el hijo del técnico y autor del segundo tanto el domingo.
Dominante en la CONCACAF, Estados Unidos no había logrado nada relevante desde que en la Copa Mundial del 2002 dio el campanazo con su avance a los cuartos de final. Fueron eliminados en la primera ronda en sus intervenciones en la Copa Confederaciones 2003, el Mundial 2006 y la Copa América 2007.
Las críticas contra Bradley tomaron fuerza, con reproches a sus tácticas y que no es un buen motivador.
"Lo primero que se requería era tenerse mucha fé", dijo el mediocampista Landon Donovan. "No creo que esto se ha dado con frecuencia. Superar un grupo con Brasil, Italia y los campeones de Africa es algo fenomenal".
España promete ser otra historia.
"Tenemos bien presente la forma como hacen circular el balón y no lo sueltan", dijo el técnico Bradley.
Para el delantero Clint Dempsey, quien marcó el tercer gol que resultó el decisivo, la clasificación "nos quita un peso de los hombros".
"Todos estaban en contra nuestra, pero confiábamos en nosotros. Nadie creyó que podríamos clasificarnos, pero demostramos que todo es posible si no te rindes", señaló.
España es un equipo con una inmensa capacidad goleadora, al contar con una delantera conformada por Fernando Torres y David Villa, y Estados Unidos no cuenta con sus mejores defensores. Steve Cherundolo y Frankie Hejduk no fueron convocados por lesiones, mientras que el capitán Carlos Bocanegra no ha podido jugar desde el 6 de junio por una molestia muscular.
Estados Unidos ha perdido sus tres partidos previos ante España, el último por 1-0 en un amistoso en Santander el pasado 4 de junio.
