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Thursday, June 25, 2009
Estados Unidos protagonizó una de las grandes sorpresas de la historia del futbol al derrotar 2-0 a España para avanzar a la final de la Copa Confederaciones.
Jozy Altidore, a los 27 minutos, y Clint Dempsey, a los 74, marcaron los goles en la fría noche de Bloemfontein, que España no olvidará nunca, porque cortó una racha de 15 victorias consecutivas y 35 partidos invicta.
El balón no le circuló como suele a la campeona de Europa, que vio especialmente desacertados a sus delanteros Fernando Torres y David Villa.
Además, enseguida estuvo claro que a los estadunidenses no les atemorizaba en absoluto la todo poderosa España. Merodearon la valla de Casillas desde el inicio, con constantes penetraciones por las bandas que incluyeron una chilena de Davis y un potente derechazo de Dempsey, que por poco entra.
“Calma, calma”, pidió el arquero y capitán a sus compañeros, sorprendidos y desbordados por la dinámica de los estadunidenses, que se mantuvo a lo largo de todo el encuentro.
Torres, entrando prácticamente bajo los postes, casi la mete a los 11 minutos, tras un periodo en el que la ofensiva de los estadunidenses se había calmado.
Contrataque perfecto
Parecía que España comenzaba a controlar al rival y a aprisionarlo contra su arco. Cesc mostraba destellos de calidad y Howard pasó a tener trabajo.
Pero esa presión en el campo contrario conllevaba riesgos y Estados Unidos los explotó con un contrataque perfecto. Dempsey habilitó frente al área con un tiro suave y bombeado a Altidore, que eludió a Capdevilla y, ante unos impotentes Puyol y Piqué, colocó la pelota en la red, junto al palo derecho de Casillas, que apenas desvió el balón.
Estados Unidos ganaba 1-0 a los 27, una situación inusual para España, que no había recibido goles en todo el torneo. Las redes de Casillas, de hecho, no se movían desde el primero de abril en el 2-1 ante Turquía, en Estambul.
España se puso nerviosa tras el 1-0. Cómodo frente al arco, Villa perdió a los 32 minutos la posibilidad del empate, que los de Vicente del Bosque buscaron con tanta insistencia como falta de claridad y suerte.
El segundo tiempo mostró a una España con el arco entre ceja y ceja. Villa fue gran protagonista de una sucesión de remates que no lograron quebrar a Howard.
Cazorla entró a los 68 minutos en lugar de Cesc y un mediocampista, Feilhaber, lo hizo en lugar de un delantero, Davies, para unos estadunidenses que querían defender el enorme tesoro que tenían entre manos.
España cuadruplicaba a los estadunidenses en situaciones de gol, pero el empate no llegaba.
Pasaron los minutos y Donovan metió la pelota al área desde la derecha y a Piqué le rebotó en el pie para dejarla libre y peligrosa frente al área chica. Ramos completó el desastre de la defensa al distraerse una eternidad con el balón en vez de despejar. Un astuto y veloz Dempsey, a sus espaldas, se lo quitó y metió el 2-0 a los 74.
Piqué se abrazó a un poste y cerró los ojos. La noche era fría y negra para España, que se quedaba fuera de la final de la Copa Confederaciones y perdía por primera vez desde noviembre de 2007, cuando Rumania la derrotó en un amistoso en Cádiz.
A tres minutos del final, Estados Unidos se quedó con diez hombres por expulsión de Michael Bradley, hijo del seleccionador estadunidense –que se perderá la final– por una dura entrada a Xabi Alonso.
“Esto es un accidente, un pequeño paso atrás. Hay que mirar al futuro con optimismo”, dijo Del Bosque.
Sereno, y en muchos momentos sonriente, Del Bosque elogió el juego mostrado por Estados Unidos. “Es un equipo que ha jugado con mucha energía, al contrataque. Jugadores muy rápidos, que nos han creado peligro; hemos tenido un rival fuerte que nos ha plantado cara”.
Admitió que “perder no es bueno, estábamos desacostumbrados. Hay que pensar en la próxima temporada de cara a certificar nuestro pase al Mundial”.
El técnico Bob Bradley, por su parte, celebró: “Esta victoria es una locura”. Agregó que “fue un gran esfuerzo de todo el equipo. Vencer a un equipo asombroso como España es algo grande”.
Consideró que el éxito “es la prueba del progreso de nuestros jugadores, la mayoría juega en clubes grandes en el extranjero. Así es como nuestro futbol progresa. Muchos países quieren llegar a la cumbre, pero no se pueden quemar etapas”.
Brasil va por el otro boleto
De la mano de Kaká y Luis Fabiano, el defensor del título Brasil buscará el pase a la final de la Confederaciones-2009 ante el anfitrión Sudáfrica, del carioca Joel Santana, el jueves en el estadio Ellis Park, de Johannesburgo. El vencedor del encuentro jugará la final, el domingo en ese mismo estadio, con Estados Unidos.
La selección de Dunga, que intenta sellar su tercera final en seis participaciones, aparece como favorita frente a un elenco sudafricano que tendrá como principal arma para dar la sorpresa el apoyo del público y su tridente ofensivo: Pienaar-Modise-Parker, aunque el último está en duda.
Tanto la historia como los antecedentes recientes hacen del pleito una historia dispareja desde cualquier forma que se mire.
Brasil ganó su grupo B con tres triunfos al hilo, ante Egipto (4-3), Estados Unidos (3-0) y el campeón mundial Italia (3-0), consiguiendo puntaje ideal, establecerse como equipo más goleador y agrandar una racha positiva que ya lleva siete victorias al hilo y 14 duelos sin conocer la derrota.
Labels: Copa Confederaciones 2009