La rusa Yelena Isinbáyeva batió su récord mundial de pértiga con un salto de 5,06 metros en su primer intento, una semana después de fracasar en los Mundiales de Berlín, en cuya final no pudo hacer un sólo salto válido.
Se trata del récord mundial número 27 para la atleta de Volgogrado, que se ha tomado en Zúrich la revancha contra la polaca Anna Rogowska, campeona mundial en Berlín, que aquí ha sido segunda con 30 centímetros menos que la rusa.
Isinbayeva necesitaba una victoria angustiosamente, no solo para seguir aspirando al millón de dólares de los invictos en la Golden League, sino para enterrar el amargo recuerdo de su derrota en Berlín.
La rusa decidió empezar en 4,71, con cinco atletas todavía en competición. La brasileña Fabiana Murer, Rogowska e Isinbáyeva fueron las únicas que superaron esa altura. En 4,76 sólo saltó la polaca, y en 4,81 Isinbáyeva se quedó sola. Después ordenó que la barra se elevara 25 centímetros para atacar su récord mundial en 2,06. A la primera lo consiguió.
