La selección brasileña superó con solvencia (1-3) a Argentina en el derbi sudamericano ante un Rosario abarrotado y puso a Diego Armando Maradona -errático ayer en sus decisiones- en la cuerda floja, ya que el pase de la albiceste para el Mundial de Sudáfrica ni mucho menos aún está asegurado.
Argentina salió arrasando con la 'Brujita' Verón al mando de las operaciones y con Messi apareciendo entre líneas. Brasil apenas conservaba el balón en sus pies y confió toda su suerte a los pelotazos largos hacia Luis Fabiano.
Con este panorama, parecía que el gol caería del lado de los pupilos de un Maradona que sorprendió poniendo al desconocido Jesús Datolo y en el eje de la defensa a la pareja de centrales de Vélez, Otamendi y Domínguez.
Brasil nada más que aparecía a balón parado, lo suficiente como para inquietar el marco de Mariano Andujar. Una falta botada en el minuto 24 por Elano encontró la cabeza de un Luisao que remató sólo y franco, tras un error en la marca de Heinze, que se fue a defender a Lucio.
El golpe despertó, si aún cabe más, la furia argentina personalizada en un Carlos Tévez, muy peleón frente a los gigantones centrales brasileños. Suyas fueron las mejores apariciones en el ataque y en una de ellas dejó rematar a Maxi Rodríguez a menos de tres metros de Julio César, pero el portero del Inter desbarató con su cuerpo.
El mejor momento de la albiceste coincidió con el segundo tanto de Brasil, de similar factura al primero. Sacó Elano una falta y en un barullo en el área Luis Fabiano fue el más listo y se llevó el balón para batir a Andujar.
Maradona intentó dar un paso adelante en su ofensiva al inicio de la segunda mitad dando entrada al Kun Agüero en el campo. Los remates argentinos se sucedieron, al tiempo que los contragolpes mortales de Brasil, todos ellos guiados por Kaka, se multiplicaban.
Era una cuestión de acierto y el menos indicado para lograrlo, Jesús Datolo, sorprendió a Julio César con un disparo a media distancia con la zurda tras una buena jugada de veron. Quedaban 25 minutos y Maradona areganba a los 42.000 espectadores reunidos en el lugar en que Messi dio sus primeras patadas a un balón.
Al minuto siguiente, Brasil anestesió definitivamente los ánimos con una gran jugada del madridista Kaka, que tras sortear a varios rivales se inventó un pase de gol, un auténtico dulce, para que Luis Fabiano marcara su novena diana en la presente fase de clasificación para el Mundial 2010, convirtiéndose en el máximo goleador del campeonato.
Argentina, ya a la desesperada, sacó a Diego Milito en lugar de Tévez. No marcó, pero sí dejó claro a Maradona que para poder atacar a un equipo como Brasil debía haber alineado a un delantero de mayor corpulencia.
Por suerte para la albiceste, Ecuador perdió (2-0) en su visita a Colombia y mantiene la cuarta posición o lo que es lo mismo: sigue estando en una posición para Sudáfrica 2010. Maradona se fue entre abucheos de un público que no entendió demasiado bien los experimentos que realizó en el campo teniendo en el banquillo jugadores de la talla de Kun Agüero, Diego Milito o Ezequiel Lavezzi.
Brasil, a falta de nueve puntos por disputar, tiene diez de ventaja sobre el quinto, que es Ecuador, y pudo festejar su clasificación matemática para el Mundial de Sudáfrica en tierras argentinas. Todo un orgullo ante el eterno rival.
