Plaxico Burress, quien atrapó el touchdown de la victoria en el Super Bowl de 2008, fue sentenciado dos años de prisión tras dispararse accidentalmente en el muslo en un club nocturno de Nueva York y luego aceptar un acuerdo de culpabilidad por tenencia ilegal de armas.
El ex astro de los Gigantes de Nueva York se despidió llorando de su familia para iniciar de inmediato su pena de cárcel.
Burress fue procesado por dos cargos de posesión de armas y otro por conducta negligente. Se declaró culpable el 20 de agosto.
Afrontaba una sentencia mínima de tres años y medio de cárcel por esos cargos si era encontrado culpable en el juicio. Lo que hizo al final fue declararse culpable por el delito menor y aceptó una sentencia de dos años.
Con tiempo reducido por buena conducta, Burress podría pasar 20 meses en cárcel. Cuando salga libre, probablemente en la primavera de 2011, deberá pasar dos años adicionales bajo supervisión de las autoridades.
Los Gigantes despidieron a Burress en abril, pero el wide receiver de 32 años dijo a ESPN que espera reanudar su carrera cuando complete su sentencia.
Previo al inicio de la audiencia, Burress jugó con su hijo Elijah, de edad preescolar. Abrazó y besó a su esposa, hijo, padre, abuelo y cuñada.
Burress habló con una voz tan baja, en su mensaje de disculpas durante la audiencia, que los presentes difícilmente podían entenderle lo que decía.
''Este es un caso realmente trágico'', dijo el abogador defensor Benjamin Brafton. Consideró a Burress como un ''hombre decente''.
Burress y su ex compañero Antonio Pierce estaban en el club nocturno Latin Quarter en Manhattan el pasado noviembre cuando la pistola que llevaba en la cintura se le deslizó por los pantalones y se disparó hiriéndole.
