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Sunday, January 17, 2010


Apoyados en una gran defensiva y a un sólido ataque terrestre, Mark Sanchez y los Jets se compraron una semana más de vida y sorprendieron a la NFL al mismo tiempo. Sanchez lanzó un pase de anotación y los Jets interceptaron dos veces a Philip Rivers para eliminar a San Diego con un apurado triunfo de 17-14.

Y mientras Shonn Greene se escapaba 53 yardas a las diagonales, los fantasmas de las eras de Marty Schottenheimer, de las dolorosas derrotas de postemporada, comenzaron a rondar Qualcomm Stadium.

Otra salida prematura de la postemporada para unos Cargadores que llegaron saludables y enrachados, habiendo ganado sus 11 encuentros previos. Pero en postemporada, la historia no les sonríe. El pateador Nate Kaeding es el mejor ejemplo.

Kaeding, seleccionado All-Pro, llegó al encuentro habiendo conectado sus últimos 21 goles de campo, falló solo tres en toda la campaña y tenía más de 50 consecutivos de menos de 40 yardas. Y en la segunda ofensiva del partido, falló un intento de 36 yardas. El primero de tres fallos del estelar pateador.

La historia de siempre en California del Sur.

En contraparte, el nativo de la zona, Sanchez, sigue escribiendo su propio cuento de hadas. El pasador de origen mexicano se convirtió en apenas el segundo novato en ganar sus dos primeros inicios en la postemporada, uniéndose a Joe Flacco, quien lo hizo la campaña anterior.

Sanchez completó apenas 11 de 23 intentos para 100 yardas, pero hay dos cosas que resaltan. Su pase de anotación de dos yardas a Dustin Keller que puso al frente a los Jets al inicio del cuarto final. Y no cometió errores, salvo una intercepción que no tuvo consecuencias.

Rivers, invitado al Pro Bowl, no puede presumir lo mismo. El pasador de San Diego tuvo dos costosas intercepciones, la primera a manos de Darrelle Revis, que cortó un prometedor avance en el tercer cuarto, y la segunda de Jim Lenhard, que inició el ataque que culminaría con la anotación de Keller.

Greene, otro novato, mantuvo su buen paso en playoffs, corriendo para al menos 100 yardas por segundo juego en fila, con 128 en 23 acarreos, incluyendo la escapada que a la postre fuera la que selló el encuentro.

Ahora, como premio, los Jets viajarán a Indianápolis a medirse a Peyton Manning y los Potros con el Super Bowl con el Super Bowl en la línea.

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