Real Madrid y el Barcelona no han podido empezar peor la temporada al sucumbir en sus respectivos encuentros frente al Deportivo y el Numancia, mientras que el Atlético de Madrid es el primer líder del campeonato.
La maldición de Riazor le sigue acompañando al Madrid. El vigente campeón liguero no gana en este campo desde 1991 y ayer cayó víctima de la mayor ambición local y de la propia desidia blanca.
Mista estrenó el marcador a los 26 minutos, al adelantarse al central Pepe. El holandés Van Nistelrooy aprovechó un buen servicio de Raúl para igualar a los 47, pero cuatro minutos después un soberbio cabezazo de Lopo rubricó el éxito deportivista.
El Numancia, que regresaba a Primera ocho años después, se ha estrenado en la máxima división por todo lo alto y con el campanazo de agriar el estreno en el banquillo de Pep Guardiola. Un solitario gol de Mario Martínez fue suficiente para desarbolar al remozado Barça. El equipo soriano conserva su condición de bestia negra del club azulgrana, que nunca ha ganado en Los Pajaritos.
El Atlético de Madrid ha completado una semana perfecta. El miércoles se clasificó de forma brillante para la Champions y ayer repitió la goleada, 4-0 sobre el Málaga, para colocarse como primer líder del campeonato, privilegiada posición que el club rojiblanco no había logrado en las últimas cuatro temporadas.
El partido se resolvió ya en la primera parte con un tanto del holandés Heitinga y dos del uruguayo Forlán, el segundo de penal. El francés Sinama Pongolle firmó el cuarto y definitivo ante un Málaga que acusó su vuelta a la máxima categoría.
El Villarreal, subcampeón de la anterior Liga, sacó un empate a un gol de su visita a Pamplona. El internacional Marcos Senna puso en ventaja al submarino amarillo, pero el iraní Nekounam igualó de penalty en el 69.
También se resolvió con empate el duelo entre el Racing Santander y el Sevilla (1-1).
