El equipo de Estados Unidos dejó al campo hoy 6-5 a Puerto Rico para alcanzar por primera vez las semifinales del II Clásico Mundial de béisbol.
Un cañonazo a la banda del jardín derecho de David Wright, frente al relevista Fernando Cabrera, sentenció la suerte del partido, jugado en el Dolphin Stadium de esta ciudad.
Los estadounidenses, que jugarán mañana ante Venezuela para definir el campeón de la llave con sede en esta ciudad, impidieron que los boricuas llegarán a la antesala de la final, por segunda vez en la historia de los clásicos.
En 2006, Cuba fue el verdugo de Puerto Rico, en la misma instancia, para alcanzar las semifinales junto a República Dominicana.
Esta vez, Puerto Rico abrió la cuenta en la parte alta del segundo inning por cuadrangular sobre las cercas del izquierdo del jardinero derecho Alex Ríos ante el abridor zurdo Ted Lilly.
Estados Unidos igualó y se fue arriba 2-1 en el final del mismo acto gracias a carreras impulsadas del receptor Bryan McCann y del patrullero izquierdo Shane Victorino, con fly de sacrificio y hit, respectivamente.
Un jonrón al izquierdo del primera base Kevin Youkilis aumentó la ventaja de Estados Unidos a 3-1, otra vez frente al abridor boricua Jonathan Sánchez.
Puerto Rico emparejó las acciones en la alta del cuarto episodio por cuadrangular al jardín central del primera base Carlos Delgado, con el designado Iván Rodríguez en segunda base.
En el sexto se conjugaron boleto a Iván Rodríguez y sencillo impulsador de Alex Ríos para poner delante a Puerto Rico.
El propio Ríos marcó una más en el principio de la novena, tras recibir base por bolas, robar segunda y anotar poco después por hit al centro del tercera base sustituto Ramón Vázquez.
La carrera de Ríos parecía el golpe definitivo de los boricuas, pero los estadounidenses anotaron tres en el cierre del noveno capítulo, en el cual decidió un hit de David Wright al jardín derecho con las bases llenas.
