La Selección de Japón comenzó con el pie derecho la defensa del título que ganó en 2006, tras vencer por pizarra de 4-0 a China en el inicio del segundo Clásico Mundial de Beisbol 2009 en el Tokyo Dome de esta ciudad.
En acción del Grupo A con sede en esta capital el lanzador ganador resultó Yu Darvish (1-0), con labor de cuatro rollos completos y limpios en los que regaló sólo un boleto y recetó tres ponches para salir con su primer triunfo.
La derrota se la llevó Chenhao Li (0-1), con trabajo de sólo tres capítulos, en los que toleró cuatro hits, tres rayitas, un jonrón, obsequió tres bases por bolas y ponchó a un rival.
Ante un Tokyo Dome repleto, la novena nipona comenzó así la defensa de la corona que ganó en el primer Clásico Mundial en 2006, cuando se enfrentó en la gran final a la poderosa selección de Cuba.
En este cotejo inaugural del segundo Clásico Mundial 2009, el japonés Shuichi Murata se convirtió en el primer toletero en volarse la barda, en el tercer inning, y con un compañero en los senderos.
Con dos out y la pizarra 1-0 para Japón, vino Murata a la caja de bateo en ese tercer rollo para pegar un panorámico cuadrangular al jardín izquierdo, con el cual se llevó por delante a Atsunori Inaba a la registradora para poner el 3-0.
La primera carrera nipona cayó poco antes del jonrón, por medio de Hiroyuki Nakajima, quien fue remolcado por un sencillo conectado por Norichika Aoki.
Japón cerró la cuenta de esta blanqueada en 4-0 en la sexta tanda, luego que Kosuke Fukudome llegó a home por medio de un balk, con Hiroyuki Nakajima en la caja de bateo y ante la serpentina de Guoqiang Sun.
Con este resultado, Japón se puso como líder del Grupo A con marca de 1-0, por el 0-1 de China. Comparten también este sector las selecciones de Corea y China Taipei, que jugarán mañana en este mismo escenario.
